Factores de riesgo de la disfunción eréctil

De tipo físico, psicologico y medicamentoso.

Antes de examinar las posibles causas de la disfunción eréctil, es importante comprender que a menudo interviene más de un factor.

Pues, como dice la Asociación Urológica Americana: «la función eréctil es el resultado de una compleja interacción entre factores vasculares, neurológicos, hormonales y psicológicos».

Ten esto en cuenta mientras lees la amplia lista de causas y factores de riesgo que verás a continuación.

En dicha lista se incluyen factores como medicamentos, condiciones de salud, lesiones, y consumo de sustancias, entre otros no menos importantes.

NOTA

El contenido de este artículo, se basa en opiniones médicas y científicas de portales especializados en medicina como WebMD, Cleveland Clinic, Harvard Health, la Asociación Americana de Urología (AUA abreviatura en inglés) y la Revista Internacional de Investigación sobre la Impotencia (IJIR abreviatura en inglés), así como bases de datos de estudios científicos como el Centro Nacional para la Información Biotecnológica (NCBI abreviatura en inglés) entre otras.

Si deseas confirmar la veracidad de los resultados, opiniones y temas especializados tratados en este escrito, podrás hacerlo a través de las diferentes fuentes de referencia usadas en esta investigación, haciendo clic en los enlaces al final del artículo.

Causas comunes

La causa de la disfunción eréctil sólo puede ser confirmada por un médico, ya que a menudo, se debe a una enfermedad o afección subyacente (véase más abajo).

Sin embargo, es posible que uno o varios de los siguientes problemas estén relacionados con esta condición:

Edad

Las investigaciones demuestran que, en general, a medida que pasan los años, los hombres experimentan un mayor número de problemas sexuales.

Por ejemplo, según el Estudio de Envejecimiento Masculino de Massachusetts de 1994, los índices de impotencia se incrementan a medida que los hombres envejecen, pasando del 5% a los 40 años, al 15% después de los 70 años.

La buena noticia: La disfunción eréctil y otros problemas sexuales parecen no ser inevitables. A menudo, la razón por la que un hombre mayor comienza a tener estos problemas es que también está lidiando con una condición crónica que incrementa el riesgo de disfunción eréctil, o porque tiene hábitos de vida controlables que le ponen en mayor riesgo.

En otras palabras, es completamente posible que, si un hombre cuida su salud física y su bienestar mental a medida que envejece, logre esquivar exitosamente, muchas de las causas potenciales de la impotencia sexual asociada con la edad.

Medicamentos y tratamientos

Algunos medicamentos pueden interferir en los impulsos nerviosos o en el flujo sanguíneo hacia el pene. Según un informe de la Facultad de Medicina de Harvard, alrededor del 25% de los hombres que padecen disfunción eréctil, presentan problemas debido a un medicamento en particular.

De hecho, la disfunción eréctil es una de las principales razones por las que algunos hombres, dejan de tomar los medicamentos necesarios para tratar enfermedades, como la hipertensión o la depresión.

La lista de fármacos asociados a la impotencia es larga, y algunos medicamentos son más propensos a causar disfunción eréctil que otros. Así pues, si uno de los fármacos que tomas no figura en la siguiente lista, pero estás luchando contra la impotencia, infórmate con tu médico.

Entre los medicamentos y tratamientos que incrementan el riesgo de impotencia se encuentran:

  • Quimioterápicos contra el cáncer, como Myleran (busulfán) y Cytoxan (ciclofosfamida)
  • Radiación en la pelvis durante el tratamiento del cáncer, que puede causar lesiones que conducen a la disfunción
  • Medicamentos para la presión arterial alta, especialmente diuréticos como Microzide (hidroclorotiazida) y betabloqueantes como Inderal XL (propranolol)
  • Medicamentos para afecciones psiquiátricas, incluidos los ansiolíticos, como Paxil (paroxetina); antidepresivos, como Zoloft (sertralina); y medicamentos contra la esquizofrenia, como Seroquel (quetiapina)
  • Tranquilizantes como Valium (diazepam)
  • Medicamentos hormonales para el tratamiento del cáncer de próstata, como Eulexin (flutamida) y Lupron (leuprolida)
  • Propecia (finasterida), que se utiliza para tratar el agrandamiento de la próstata, así como ciertos tipos de pérdida de cabello en el hombre
  • Tratamientos para el colesterol alto y enfermedades del corazón, como las estatinas
  • Tratamientos contra las úlceras, incluidos los antagonistas de los receptores H2 de la histamina, como Tagamet (cimetidina)
  • Antihistamínicos utilizados para tratar alergias, como Benadryl (difenhidramina) y Vistaril (hidroxizina)
  • Antibióticos para tratar infecciones fúngicas de la piel, como Nizoral (ketoconazol)
  • Antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como Naprosyn (naproxeno), siempre que se tomen frecuentemente.

Estrés y ansiedad

En ocasiones, un hombre experimenta ansiedad por el rendimiento sexual, lo que inhibe su capacidad de lograr una erección.

Posiblemente, esto se deba a una mala experiencia sexual o, a un episodio anterior de disfunción eréctil.

Asimismo, si un hombre y su pareja tienen problemas en su relación, el estrés emocional y mental puede afectar negativamente el desempeño sexual.

Cirugías

Cualquier intervención quirúrgica que afecte a las estructuras de la zona pélvica, puede dañar los nervios del pene, vasos sanguíneos o ambos, lo que a su vez, afecta la capacidad del hombre para conseguir una erección o mantenerla.

Un procedimiento común asociado a la disfunción eréctil, es la cirugía para tratar el cáncer de próstata, lo que tiene sentido dada la proximidad de la próstata al pene, y a los importantes nervios que intervienen en el proceso de la erección.

Otro tipo de cirugía que en ocasiones aumenta el riesgo de impotencia, es la resección intestinal para tratar el cáncer colorrectal, en la que se extirpa quirúrgicamente una parte del intestino grueso (colon) junto con el tumor.

Las siguientes, son las variantes de este procedimiento que son más propensas a causar disfunción eréctil:

  • Hemicolectomía izquierda (extirpación de la parte izquierda del colon).
  • Resección abdominoperineal (extirpación del recto y del ano).
  • Proctectomía (extirpación del recto).

En algunos casos de disfunción eréctil causada por cirugía intestinal, la causa del problema es la pérdida de sensibilidad cutánea.

En otros, la causa es la afección del reflejo sacro, que es la respuesta motora que controla tanto el esfínter anal, como los músculos del suelo pélvico.

Además, el trauma de pasar por una cirugía mayor, en ocasiones genera un estrés que puede alterar directamente la función sexual.

Lesiones

Cualquier lesión en los nervios, arterias o venas de la pelvis puede causar problemas sexuales. Por ejemplo, los hombres con lesiones medulares tienen mayores tasas de problemas de erección y eyaculación.

No obstante, la lesión medular no impide necesariamente la función sexual en todos los casos. Algunas personas con lesiones medulares completas siguen experimentando excitación y orgasmos por estimulación no genital.

De hecho, el deseo sexual puede seguir presente, pero a menudo se ve afectado por el traumatismo de la lesión.

Enfermedades y afecciones

La disfunción eréctil rara vez se produce de forma aislada. A menudo es el resultado de otro problema de salud.

Diabetes y enfermedades cardíacas

La disfunción eréctil es común entre los hombres con diabetes de tipo 1 y 2.

Un estudio realizado por la revista Diabetes Medicine en 2017 reveló que más de la mitad de los hombres con diabetes desarrollan disfunción eréctil.

La razón: los niveles elevados de glucosa en sangre causados por la diabetes dañan los vasos sanguíneos y nervios de todo el cuerpo, incluidos los del pene.

Cuanto más tiempo lleve un hombre con diabetes, más probable será que desarrolle disfunción eréctil, especialmente si sus niveles de glucosa en sangre no han estado bien controlados.

Las complicaciones de las enfermedades que la acompañan, como la hipertensión arterial y el colesterol alto, también pueden influir en desarrollo de la DE y un hombre con diabetes que además fuma, incrementa considerablemente, la posibilidad de desarrollar disfunción eréctil.

Las enfermedades cardíacas y la diabetes suelen ir unidas, ya que la lesión de las arterias coronarias es también una complicación de la diabetes.

La enfermedad de las arterias coronarias puede también afectar la función sexual por sí sola, pero la disfunción eréctil es nueve veces más probable en hombres que sufren tanto enfermedades coronarias como diabetes, en comparación a los hombres que sólo sufren diabetes.

La disfunción eréctil es tan frecuente tanto en los casos de enfermedad coronaria como de diabetes que se podrían considerar como un factor de riesgo, o marcador precoz, de ambas. Un hombre con una disfunción eréctil de reciente aparición y sin factores de riesgo evidentes debería someterse a un examen cardiovascular de referencia.

Hipertensión

Dado que la erección depende de un flujo sanguíneo apropiado hacia el pene, es fácil ver cómo cualquier condición o problema médico que afecte al corazón y a otras estructuras del sistema cardiovascular podría tener un impacto en la función eréctil. Esto es especialmente cierto en el caso de la presión arterial alta (hipertensión).

Aunque los científicos no entienden exactamente cómo esta condición puede conducir a la disfunción eréctil, una teoría es que la presión arterial alta sobre los pequeños vasos del pene puede causar desgarros microscópicos en sus paredes.

Entonces, en el proceso de reparación de estos desgarros, las arterias se vuelven más gruesas y pierden la capacidad de suministrar la sangre necesaria a los complejos tejidos que conforman el tejido esponjoso del pene.

Otros factores potenciales de la hipertensión que pueden desempeñar un papel importante en la disfunción eréctil:

Producción reducida de hormonas. La presión elevada en el sistema circulatorio afecta a la producción de ciertas hormonas, incluidas las que regulan el impulso sexual y la respuesta a la erección. También existen pruebas de que los hombres con presión arterial elevada tienen un recuento de espermatozoides y unos niveles de testosterona más bajos que los hombres con una presión arterial normal, lo que a su vez supone la reducción de la respuesta hormonal a la estimulación sexual.

Bajos niveles de óxido nítrico. Algunos estudios han demostrado que, con el tiempo, los hombres con una hipertensión prolongada suelen producir menos óxido nítrico, una sustancia que provoca la dilatación de los vasos sanguíneos. La disfunción eréctil puede producirse cuando no hay suficiente óxido nítrico para relajar los vasos sanguíneos y permitir que la sangre llene el pene.

Fugas venosas. Para mantener una erección, la sangre debe llegar al pene y permanecer en él. Algunas investigaciones sugieren que los hombres con presión arterial alta pueden tener problemas para mantener la erección debido a que el aumento de la presión obliga a la sangre a salir de los tejidos eréctiles del pene hacia las venas. En esta teoría, el «empuje» sobre las pequeñas válvulas de cierre de las venas es más fuerte que su capacidad para resistir, lo cual significa que las venas no pueden «cerrarse» con suficiente fuerza para impedir que la sangre salga del pene.

Condiciones psicológicas

Existe una serie de problemas psicológicos asociados a los problemas de la función sexual en los hombres. La depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático e incluso los problemas de ira se han relacionado con problemas de deseo, función eréctil y eyaculación.

Otros problemas

Existen otras afecciones y enfermedades que pueden afectar a la función sexual de los hombres y provocar problemas como la disfunción eréctil.

Entre ellas se encuentran:

Baja testosterona. La testosterona disminuye un 1% al año en los hombres después de los 30 años. Un nivel normal de testosterona ayuda a mantener una función eréctil normal. Los hombres con disfunción eréctil y testosterona baja deben saber que la medicación para la disfunción eréctil (como el sildenafilo o el tadalafilo) puede ser más eficaz si se combina con la terapia de testosterona.

Problemas urinarios y renales. Se ha demostrado que los hombres con síntomas urinarios tienen una tasa más alta de problemas de erección, en comparación con los hombres que no los padecen. Esto incluye desde vejiga hiperactiva, hasta síntomas del tracto urinario inferior.

Enfermedades neurológicas crónicas. Se han observado mayores tasas de disfunción eréctil y otros tipos de disfunción sexual, en hombres con la enfermedad de Parkinson, epilepsia, derrame cerebral y esclerosis múltiple. Estas enfermedades suelen interferir con las señales nerviosas que se transmiten desde el cerebro hacia el pene.

Apnea obstructiva del sueño (AOS). Según la Fundación Nacional del Sueño, un estudio realizado en 2011 por investigadores del Centro Médico Monte Sinaí de Nueva York, reveló que los hombres con disfunción eréctil tenían más del doble de probabilidades de padecer AOS que los hombres sin disfunción eréctil.

Factores del estilo de vida

Entre las muchas causas potenciales de la disfunción eréctil, se encuentran unas cuantas que se pueden eliminar por completo.

Las siguientes, son las que tienen un mayor impacto en el desarrollo de esta condición:

Sustancias recreativas

Con el tiempo, las drogas ilegales y recreativas pueden causar graves daños en los vasos sanguíneos, lo que provoca una disfunción eréctil a veces permanente. Entre estas sustancias se encuentran:

  • Alcohol,
  • Nicotina procedente de fumar y del tabaco sin humo,
  • Anfetaminas, como la Dexedrina (dextro anfetamina),
  • Barbitúricos, como el fenobarbital,
  • Cocaína,
  • Marihuana,
  • Metadona,
  • Opiáceos, como la heroína y el OxyContin.

Montar en bicicleta

Al montar en bicicleta, una parte importante del peso del hombre descansa sobre el perineo -la zona del cuerpo por la que pasan los nervios y los vasos sanguíneos del pene-, lo que puede provocar lesiones en estas estructuras.

Sin embargo, aunque la práctica del ciclismo se ha relacionado con la disfunción eréctil, lo más probable es que este tipo de ejercicio resulte más saludable que perjudicial para la mayoría de los hombres.

Por un lado, la mayoría de estudios que han encontrado una relación entre el uso de la bicicleta y la disfunción eréctil, se han centrado en los hombres que pasan largas horas a horcajadas sobre una bicicleta, como es el caso de policías que pasan hasta 24 horas a la semana montados en la bicicleta, y los que realizan largos recorridos en bici en calidad de aficionados o como profesionales.

Según el Estudio sobre el Envejecimiento Masculino de Massachusetts (MMAS), en el que participaron más de 1.700 hombres con edades comprendidas entre los 40 y los 70 años, «la probabilidad de provocar obstrucción de las arterias y daños a largo plazo, sólo se presentaba cuando se montaban bicicleta por un tiempo superior a 3 horas a la semana». Esto es mucho más que lo que el promedio de las personas suele hacer, aunque los resultados son algo en lo que hay que pensar en caso de que montes en bicicleta durante más tiempo.

Cabe destacar que la MMSA también reveló que los hombres que montaban en bicicleta durante 3 o menos horas a la semana, tenían un menor riesgo de desarrollar disfunción eréctil, lo que indica que montar en bicicleta como una forma de hacer ejercicio ligero, puede ayudar a prevenir la disfunción eréctil.

El sillín de la bicicleta también puede ser importante.

Hay sillines que tienen un orificio o ranura en el centro donde descansaría el perineo, aunque una parte importante de esta zona sigue estando bajo el peso del cuerpo.

Las investigaciones han descubierto que los sillines «sin nariz», que tienen una parte trasera más ancha, tienen la capacidad de prevenir daños, entumecimiento del perineo y problemas con la función eréctil.

Preguntas frecuentes

¿Cuál es la principal causa de la disfunción eréctil?

Existen dos mecanismos que intervienen en la erección: el reflejo provocado por el tacto y el psicógeno provocado por las emociones. Ambos se ven facilitados por un sistema nervioso intacto, una glándula pituitaria en pleno funcionamiento (que produce testosterona) y una buena circulación de la sangre al pene. Un fallo en cualquier elemento de este sistema conlleva a la pérdida de la función eréctil.

¿Qué condiciones se asocian a la disfunción eréctil?

Las causas o factores que contribuyen a la disfunción eréctil (DE) incluyen:

  • Envejecimiento,
  • Diabetes,
  • Ciertos medicamentos,
  • Traumatismos en el pene,
  • Lesión de la médula espinal,
  • Causas neurogénicas (como la neuropatía diabética),
  • Microtraumatismos o cicatrices en el pene (como la enfermedad de Peyronie),
  • Enfermedades cardiovasculares (incluida la hipertensión),
  • Causas psicológicas ( incluyendo el estrés y la depresión),
  • Cirugía (incluida la cirugía radical de próstata y vejiga),
  • Baja testosterona.

¿Quiénes tienen un mayor riesgo de padecer disfunción eréctil?

La edad es un factor de riesgo clave: La disfunción eréctil es cuatro veces más frecuente en hombres de más de 60 años que en aquellos que tienen más de 40. Los hombres diabéticos también corren un mayor riesgo, ya que entre el 30% y el 95% experimentan algún grado de disfunción eréctil. Asimismo, los fumadores tienen 1,5 veces más probabilidades de sufrir disfunción eréctil, debido al progresivo estrechamiento (estenosis) de las arterias causado por la nicotina, alquitranes y otros componentes contenidos en el humo del cigarrillo.

¿Puede ser psicológica la causa de mi disfunción eréctil?

Los factores psicológicos intervienen al menos en el 30% de los casos de disfunción eréctil. A menudo se trata de una situación de trampa en la que el estrés, la ansiedad o la depresión no sólo interfieren en la capacidad de conseguir una erección, a la vez que el hecho de no conseguir una erección provoca a su vez estrés, ansiedad o depresión. En casos como éste, puede ser necesaria la asistencia psicológica.

¿El porno puede causar disfunción eréctil?

Algunos investigadores han formulado la teoría de que la adicción al porno puede alimentar expectativas poco realistas sobre el sexo, lo que provoca ansiedad sobre el rendimiento en situaciones de la vida real. La teoría sigue siendo muy controvertida. Una revisión de estudios realizada en 2015 en la revista Journal of Sexual Medicine no pudo encontrar pruebas concluyentes de una asociación entre el porno y los problemas de rendimiento sexual en los hombres.

Fuentes y enlaces externos